Reforma integral de vivienda de Sube Interiorismo, en El Mueble
Hoy os comentamos que la reforma integral de la vivienda realizada por Sube Interiorismo en Donostia – San Sebastián, ha sido protagonista de un reportaje en la revista El Mueble, N 672, junio 2018, con título “Háblame del mar”.
El estilismo del reportaje es de S. Van Dorseen, las fotos de F. Scheffel y el texto de S. L.
Y dice:
«Háblame del mar
Con vistas a la playa de la Concha y con una luz que hipnotiza, la casa de (…) es marinera… pero con su propio estilo.
Se enamoraron de las vistas (¡cómo no hacerlo con esta panorámica de la playa de la Concha!). Pero los clientes también lo vieron claro: necesitaban reorganizar una distribución que no aprovechaba el potencial de este dúplex en San Sebastián. Y querían su propio estilo marinero, porque el típico azul no les gustaba.
¿Por dónde empezar? “Nos pidieron una casa luminosa y alegre, pero solamente nos dieron unas pautas: nada de azules. Sus colores preferidos eran los amarillos, ocres y verdes”, explica Begoña Susaeta, de Sube Interiorismo, autora de la reforma integral.
Segunda clave, el salón y la cocina. La interiorista comunicó espacios con unas mamparas de cristal a medida. Ojo, porque hay otro detalle importante: son de color blanco, luminosas, y los muebles de cocina, también. La encimera imita la madera, peor en realidad es un material cerámico, el Laminam. Es resistente y da calidez, como el suelo laminado. Ahora el espacio se ve más amplio. ¡Primer reto superado! Y la decoradora cumplió: “A los dueños les encanta cocinar y recibir. Ya pueden hacerlo viendo el mar”.
Pero había otro desafío: el clima del norte. “Pusimos calefacción por suelo radiante y climatizamos toda la vivienda (con toda la obra que conlleva) porque, dada su orientación sur, resulta calurosa en verano. Y una terraza aquí es preciosa, pero complicada en invierno”.
Así fue como `domesticaron´el Cantábrico, también en el dormitorio. Tiene vistas a la playa y fijémonos, porque el laminado del suelo sube por la pared y continúa por el techo para crear un cabecero muy original. Qué elegante quedan las paredes blancas con molduras a su lado. “Se enamoraron del resultado; y el romance continúa”.»