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Sube Interiorismo reforma integral de vivienda en Bilbao, vestidor

Reforma integral de una vivienda en Bilbao. «Sin trampa ni cartón»

  • 7 abril, 2018
  • Sube Interiorismo
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Ahora que estamos muchos de nosotros, interioristas, diseñadores de interiores, decoradores, inmersos en las publicaciones de nuestras páginas profesionales en las redes sociales, hay días que me pregunto: ¿y antes?, hace unos años, en la «prehistoria» reciente… ¿quién nos conocía?, ¿y cómo?, ¿qué difusión tenía nuestro trabajo?, ¿a cuántas personas llegábamos?…

La respuesta, al menos en nuestro caso, está clara; nos conocían muuuuuuchísimas menos personas.

Nuestra visibilidad, alcanzaba a algunos de los amigos de nuestros clientes, a poquísimos de los amigos de sus amigos, a algún vecino que pasaba por allí, a los transeúntes curiosos cuando la intervención estaba en la calle y a los comerciantes a los que gustaba tu resultado y se interesaban por la forma de trabajar del decorador con nuestro cliente .

Hacer publicidad, casi cero patatero. Segmentar el público al que tendríamos que habernos dirigido, era difícil para un interiorista. Cualquiera era susceptible de ser nuestro cliente, para su reforma de vivienda o para mejorar la imagen de su oficina o local comercial. Pero entonces… ¿cómo y por dónde nos dirigíamos a ese público?. Como podíamos…

Todo esto ha cambiado. Llegaron las redes sociales y lo revolucionaron todo; unos creyeron en ellas para aumentar su difusión y visibilidad, a otros nos costó aceptarlas pero nos adaptamos y muchos siguen pensando que no le sirven para nada. Se equivocan claro…

Al día de hoy, con pocos recursos, bonitas ideas, criterio, un buen estilismo y cuidadas imágenes, hechas a ser posibles por profesionales, la difusión es bestial, te conoce tanta gente que hasta te sorprende. En una hora, con una trabajada publicación llegan a verte 15.000 personas (o mas, claro, esto, en nuestra modesta proyección) que no saben ni la cara que tienes y ni siquiera dónde te encuentras.

La gente “te sigue”, incluso a veces sin hacer nunca un comentario y poco a poco, conoce tu trabajo y tu trayectoria casi mejor que tu mismo. Reconoce tu esfuerzo por hacer viviendas acogedoras, por crear espacios y proyectos con una cuidada iluminación, tu criterio al utilizar y armonizar los colores. En definitiva, conoce, reconoce y aprecia tu estilo.

Esto es; Cualquiera que cumpla con los requisitos que arriba explico, se puede labrar un portafolio y un cv con 20 cuidadas publicaciones y cambiando de estilismo en una sola obra, como si de un plató de televisión se tratase, en dos patadas, en meses o en un año, se consigue lo que a nosotros nos costó lustros de esfuerzo, de alegría, de sufrimiento, de éxito y de fracaso.

No me quejo eh!! Me parece bien, es lógico y es además el tiempo (su tiempo) de la gente mas joven, muy preparada y los que saben moverse en estos nuevos entornos. Somos nosotros, los “dinosaurios” los que tenemos que adaptarnos a este mundo. Pero tampoco es justo que no se nos reconozca una trayectoria.

Pero la pregunta que a veces me trae por la calle de la amargura es: ¿Sabrá ese público distinguir a un profesional con experiencia de tantísimos años en muchísimos campos de batallas de uno recién llegado, con las mejores intenciones pero sin esa acreditada trayectoria?…

Yo creo que hay muchas formas de conseguir distinguirnos, de dar ese plus que requiere el cliente que necesita una mayor confianza, la más importante, conocer a las personas que están tras esas publicaciones, verles cara a cara, de tú a tu, escuchar lo que te cuentan de casos semejantes al tuyo y de cómo los resolvieron.

Conocer sus experiencias, que te transmitan lo que aprendieron mientras a veces seguramente tropezaron. Comprobar que no son «DIVINOS» que son humanos y honestos. COMO TU.

Visitad sus páginas web, conocer los proyectos que han hecho, los clientes con los que han colaborado que confiaron en ellos, creo que es otro detalle fundamental.

Interiorismo sin maquillaje

Por eso hoy, en este viaje que he hecho, desde el “paleolítico”  quiero mostraros un trabajo de sube “sin maquillaje”, recién terminado, sin atrezo, mobiliario o complementos que distraigan la atención de lo que realmente queremos contar: Hacemos buenos trabajos, y aunque a veces nos equivoquemos, tratamos de solucionarlos.

Espero que os guste y que valoréis esta “desnudez” como una muestra del mensaje que os quiero, que os queremos enviar: que queremos ser y somos. “Otra cosa”, ni mejor ni peor. Pero distinta. Esta es una vivienda «tipo» de SUBE, asi las entregamos.

Por eso, “sin trampa ni cartón”, os muestro una vivienda reformada íntegramente por SuBe en Bilbao y  fotografiada el mismo día de su entrega por Erlantz Biderbost.

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