El reto que se planteó Sube Interiorismo en esta ocasión era lograr un espacio acogedor, dado el carácter familiar de la empresa, dentro de un rascacielos de cristal. Es decir, unas oficinas en un edificio emblemático, con despachos y salas de reuniones con vistas al Museo Guggenheim Bilbao, al Museo de Bellas Artes y al nuevo estadio de fútbol de San Mamés, del Athletic Club de Bilbao; logrando un espacio de trabajo cálido y funcional.

En cuanto a los acabados, se utilizaron mayoritariamente colores de una paleta cálida: un blanco crema para los paramentos verticales, madera de nogal y marrón topo para el suelo.

En Sube Interiorismo siempre hemos dado mucha importancia a la iluminación de los espacios; y es por ello, que en esta ocasión se volvió a confiar en Susaeta Iluminación para colaborar a la hora de realizar el proyecto de iluminación, y para el suministro de las luminarias. En toda la oficina se instalaron lámparas empotradas en el techo registrable y en cada estancia se fue reforzando la luz de un modo diferente. En las salas de reuniones se colocaron lámparas colgantes y de pie, de tejidos plisados en blanco, de la casa Santa & Cole. En los pasillos se optó por una iluminación decorativa de apliques de Milan Iluminación; y en las zonas de trabajo por luminarias técnicas. Sube Susaeta Interiorismo realizó una distribución muy trabajada, para dar respuesta a las necesidades de la actividad que se iba a desarrollar. Es así, que el perímetro del módulo de la recepción hace de distribuidor a las diferentes zonas.

El equipo de Sube Interiorismo diseñó un mostrador y un mueble trasera, todo ello con listones lacados en blanco, leds que iluminan hacia abajo y encimera de acero inoxidable, y encargó su fabricación a medida a Ebanistería Landa. Para el mobiliario de la oficina se estudiaron las necesidades junto con la empresa de equipamiento Icaza. Respecto a los acabados de éstos se continuó con el dominio del color blanco para los sobres de las mesas y las patas de estas; y se trabajó con el contraste, como por ejemplo en las sillas de reunión, de Arper, que se tapizaron en negro, eligiendo una estructura lacada en blanco.

Las mamparas de cristal, preparadas para aportar insonorización acústica a los diferentes espacios; se rotularon con un diseño que aportase privacidad a los despachos a la vez que dejase pasar la luz natural. Al tema de la insonorización se le dio mucha importancia, y se colocaron placas fono-absorbentes, de Spigoacustic, lacadas en blanco, para revestir las paredes de las salas de reuniones que requerían mucha privacidad. La moqueta de lana, de Interface, de pelo largo, que visualmente parece un suelo continuo, es en losetas de 60×60, lo que estéticamente resulta elegante y muy atractivo. Las telas de los tapizados se eligieron en Gastón y Daniela. Se diseñó un office en los mismos tonos que la oficina y se encargó a Santos Estudio Bilbao.

Con todo ello, se consiguió un diseño de oficina que daba respuesta a las necesidades planteadas en un primer momento por el cliente.