La iluminación tomó un papel muy importante en toda la decoración del local y es por ello que se colaboró con Susaeta Iluminación. Se consiguió crear un espacio espectacular gracias a la luz, la madera y los terciopelos. En la barra de entrada se colocó la lámpara modelo Hungry, de Fabbian Illuminazione, junto a la lámpara de Metalarte modelo Josephine del diseñador Jaime Hayón. El resto del local se iluminó con tiras de leds, lámparas colgantes y lámparas de pie como la modelo Kenya de Modiss.

La carpintería se encargó a Ebanistería Landa, que realizó un gran trabajo. En los suelos se combinó por zonas una moqueta de lana con madera de roble. Una gran cava de vino y de quesos diseñada ex profeso en madera de roble y que conservaba la temperatura adecuada recubría la mayor parte del perímetro del local. En las zonas en las que no estaba la cava se colocaron cortinones de telas de terciopelo, consiguiendo un efecto teatral, como de escenario. Las sillas se tapizaron en tres tonos de terciopelos ignífugos.